Los ingleses en el Cerro de Pasco

Los ingleses en el Cerro de Pasco

Los primeros que avizoraron enormes posibilidades para nuestro pueblo, fueron los ingleses. El Imperio Británico había apoyado económicamente la causa de la independencia de América Española en venganza por el apoyo que España brindara a la independencia de las colonias de los Estados Unidos, pero también, por los intereses económicos que en ese momento estaban en juego. Vinieron unos tres mil voluntarios ingleses completamente armados a servir a la lucha por nuestra libertad. Esta ayuda les permitió cosechar préstamos y otras gollorías. Una de ellas fue la explotación minera de nuestra tierra.

El Decreto correspondiente, decía:

“DECRETO. Noviembre 25 de 1825: Reconócese a los que escriben como directores y agentes de la Compañía Pasco Peruana establecida desde Londres para la explotación de las minas del Cerro de Pasco. En consecuencia préstese a la expresada sociedad por todas las autoridades de la República la protección que merece tan importante establecimiento en virtud de este decreto, que se insertará en la Gaceta del Gobierno, y expídase las órdenes oportunas al Administrador principal de Aduana para que permita la libre introducción tanto de las herramientas y máquinas que ahora se conducen en la fragata “Escorpión” de cuenta de la compañía para el laboreo de minas, como las que en adelante se introdujese conforme al artículo II del Reglamento de Comercio de 23 de setiembre de 1825.» Dos rúbricas, por orden de S. E. Firmado Larrea. Este mandato se cumplió a cabalidad y, apoyados por su gobierno, llegan a nuestra ciudad.

Carlos Contreras dice de éstos: “Los operarios ingleses llegaron con salarios muy altos, pero pronto derivaron en alcohólicos e inútiles para el trabajo. Ver a blancos ocupándose de labores que tradicionalmente se consideraban trabajos de indios fue, además, una figura bastante incongruente para la población. Varios de los operarios ingleses se casaron con hijos de la aristocracia local y desertaron del trabajo minero empleándose en oficios más acorde con su condición racial”. Desde entonces pasaron muchos años. Después de instaurarse el Consulado de Su Majestad Británica en el Cerro de Pasco, fundaron el Banco del Perú y Londres el 2 de abril de 1872, en la desaparecida Calle Parra. Este Banco tuvo destacadísima actuación en nuestra economía. Por otra parte, dejaron establecida la costumbre de la puntualidad en los compromisos y establecieron la costumbre de los clubes, organismos que nucleaban a hombres de pareceres afines en lo social, costumbrista, religioso o deportivo. A partir de entonces en el Cerro de Pasco quedaron establecidos: El Club de la Unión, EL COPPER, EL TEAM CERRO, EL C . J .C. EL RAILWAY, ETC.

Otra notable cantidad de ingleses arribó para trabajar en la construcción del primer ferrocarril de la sierra que unía al Cerro de Pasco con los ingenios de Quiulacocha y Ocoroyoc (1885 – 1891). Muchos de estos rubios visitantes dejaron descendencia en la ciudad cuyos apellidos nos es grato recordar: Brown, Woolcott, Miller, Steel, Ferguson, Stone, Taylor, Wilson, Mac Donald, Myers, Slee, Thompson, Mac Evoy, Coleridge, Mac Lennan, Mac Intosh, Slee, O´Hara, Rowe, Brown, Cronswell, Stone, Campbell, Blair, Trocedie, Lees, Borondige, Mac Leod, Mac Carthy, Mac Kensie, Foster, Cronswell, Royton, Sutton, Flemming, Duffy, Winder, Yantscha, O´Connor…

La casi totalidad de jóvenes trajeron consigo la práctica del fútbol, un deporte naciente que en 1863 adquirió carta de ciudadanía en Inglaterra para irradiarse al mundo entero. En 1885 ya se practicaba con gran entusiasmo en la ciudad minera; los periódicos de la época, lo dicen. En 1909, es el primer conjunto provinciano que debuta en Lima venciendo al seleccionado nacional. A partir de entonces, dos o tres veces por año, los equipos cerreños visitaban triunfantes a la selección peruana hasta 1914 en que debido a la Primera Guerra Mundial, los ingleses abandonan el Cerro de Pasco para servir a su patria. Hasta ese momento, ningún equipo provinciano había jugado en Lima, sólo el Cerro de Pasco.

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4 comentarios en “Los ingleses en el Cerro de Pasco”

  1. Ja jajajajajaja……………………por eso les decia a uno de los negritos de mi barrio en el callao, que en Cerro de Pasco, se jugaba el Fútbol de verdad y lo pior como dice mi compadre jorge cafrunne el gaucho aquel que comparte una milonga…. Que desde hace siglos los cerreños la movian en cualquier cancha y que ahora y algunos añotps atras mira no soy viejo todavia—– algunos equipos se chupaban e incluso algunos comentaristas que se fueron ya felizmente gracias a Dios que decian en Cerro de Pasco jugar es inhumano, a lo bestia loco si estos «jugadorcitos» con mucho respeto señores porque a estos hay que respetar si no te meten a la cana como a la Urraca jugadores de estos tiempos estuvieran en la maquina del tiempo de 100 años atrás y que harian una pichanguita en el estadio de lama pampa de seguro que cualquier aprendiz de fútbol le metería goles hasta por debajo de la rabadilla y de seguro se hubieran muerto de miedo, Q.E.P.D. Algunos que piensan de esta forma. jajaja

    1. Mike Luis:
      Siempre hay que mantener nuestro orgullo respecto de nuestra tierra. Ella ha sido pionera del fútbol en el Perú. (Lee en este blog la historia completa). Precisamente con el Callao hemos tenido un nexo muy hermoso. Varios chalacos campeones ha n jugado allá, «cerca del cielo». Chau.

  2. Fernando Rosello Woolcott

    Es grato saber que hay alguien que se ocupa de relatar la historia de este departamento que trajo a tanto extranjero que deseando un futuro mejor se aventuro a cruzar los mares e internarse en lo profundo del Peru. Dr. Cesar Perez Arauco, millones de gracias por sus escritos, que al igual que nuestro costumbrista Ricardo Palma se tomo el trabajo de que nuestra historia y tradiciones no se perdieran.
    Soy el tataranieto de aquel Woolcott que fue a parar a Cerro como lo llamaba mi mama Haydee Woolcott Valverde, ella siempre me contaba del frio y la nieve en la cual le gustaba jugar, tambien jugaba el trompo con huaraca y futbol con sus hermanos; siempre hubo una promesa de poder volver a Cerro pero nosotros no somos dueños del tiempo y Dios se la llevo consigo tempranamente.
    Mi abuelo Jose R. Woolcott Belgrano, estubo casado en primeras nupcias con una dama de apellido Castiglioni y en segundas nupcias con Jacinta Valverde mi abuela. Otra vez muchas gracias…

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