Es a partir de 1931 en que, víctima del atropello del tirano Luis Miguel Sánchez Cerro, el pueblo cerreño abre los ojos para darse cuenta de su postergación. A partir de entonces se reclama enérgicamente, en primer lugar, que nuestra Escuela de Varones 491 que desde su fundación había dependido de la comuna por ser Municipal y de la que habían salido egregios hombres en sus primeros tramos educacionales, tenga un local adecuado y funcional para el buen desenvolvimiento de las actividades lectivas y que, en este mismo recinto debiera funcionar un Colegio de Instrucción Media al que teníamos derecho. Este deseo vehemente del pueblo encontró eco en la Junta Municipal que asumía el gobierno local, el 2 de febrero de 1934, bajo la presidencia del distinguido ciudadano cerreño, don Cipriano Proaño Malpartida, en calidad de Alcalde.
El burgomaestre cerreño, consciente de la imperiosa necesidad educativa que era vox pópuli, hace un llamado a la ciudadanía en general y le informa que la Junta Municipal está decidida a construir un local para la Escuela 491 en donde, como consecuencia, podría funcionar el Colegio de Instrucción Media que tanto demandaba el pueblo. Con este motivo invoca el apoyo general de los hombres y mujeres del Cerro de Pasco.
La respuesta no se hizo esperar. Dos notables damas cerreñas, las señoras Rosa Coz de Lugo y Carmen Méndez de Proaño, a nombre de la Asociación Caritativa del Perpetuo Socorro, depositaron en manos del señor Alcalde, la suma de S/. 1,173.66, que constituyó la base económica de la obra. El representante parlamentario por Junín, don Domingo Sotil, ofrece su más franco apoyo a la causa y compromete su palabra de honor para realizar las gestiones necesarias ante el Gobierno Central para la consecución del apoyo que en este caso era menester. Simultáneamente, la Liga Patriótica de Damas que presidía la señorita Carmen Giles Patiño, poseedora de los fondos que el pueblo había reunido como Caja de Guerra para el conflicto con Colombia y que no se había utilizado, entrega S/. 749.20. La Asociación Caritativa del Perpetuo Socorro, nuevamente se hace presente, y las señoras Rosa Coz de Lugo y Carmen Méndez de Proaño, hacen entrega de un nuevo donativo de S/. 482.20.
Entusiasmado por las valiosas manifestaciones de apoyo de las diferentes personas y organizaciones del pueblo, el Municipio encarga la proyección de los planos y la ubicación del terreno a dos notables ingenieros, los señores Ernesto Baertl y Luis Cáceres Flores. Ellos trabajan febril y dinámicamente. Eligen los soledosos terrenos de Patarcocha y entregan los planos correspondientes en sólo quince días de trabajo esforzado.
El 20 de mayo de 1934, en emotiva ceremonia, se coloca la primera piedra del edificio. El padrino es el Presidente de la República, General de División Oscar R. Benavides, representado por el prefecto del Departamento de Junín don Jorge Buckinham y la señora Rosa Coz de Lugo, que por motivos de salud fue representada por la señora Moraima de Carranza.
Es indudable que esta determinación municipal avalada por la decisión del pueblo, sirvió de aliciente para que las personas distinguidas e instituciones notables se hagan presentes. Así, aquella mañana, comandadas por la señora Moraima de Carranza, un grupo de señoritas colocan escarapelas celebratorias a la concurrencia asistente al acto reuniendo la cantidad de S/. 121.80. En el transcurso de esa semana, el Jefe y el personal de la Guardia Civil de la ciudad, hacen entrega de su contribución de S/. 45.00. Los señores Cristóbal y Mateo Galjuf donan S/. 200.00. Las donaciones siguen recibiéndose en la Alcaldía, aumentándose a S/. 11,980.oo las bases económicas de la obra. Se depositan 325 pares de calzados destinados a los soldados que iban a ir al conflicto con Colombia. Los calzados se rifaron y el importe se dedicó a la compra de implementos de Educación Física.
Juvencio Córdova, vecino de Goyllarisquizga donó Una Libra de Oro para ser rifada en la tómbola. Cristóbal y Mateo Galjuf obsequiaron 15 toneladas de cal. Cecilio Espinoza 279 toneladas de ceniza. Nicolás Huamán, media tonelada de cal. Clementina Hetzel viuda de López, regaló el 50% del total de las piedras de la fundición de Santo Domingo; su socio Benjamín Malpartida, el 25% y Carlos M. López y su hermana, el otro 25%, con cuyas piedras se erigieron las bases de la Escuela. En gesto verdaderamente encomiable, los comuneros de Rancas vinieron a trabajar en forma masiva y gratuita en faenas comunales en gran parte de la obra.
La Peruvian y la Railway Company, rebajó en 50% los fletes para el transporte de materiales necesarios. La Cerro de Pasco Copper Corporation, prestó facilidades para la adquisición de materiales a precio de costo en sus bodegas.
El aporte económico más notable fue el de la Comisión de Fondos Pro Desocupados, desde el comienzo hasta el final de la construcción, gracias a sendas gestiones de sus presidentes, señores Manuel Mujica Carassa y Benjamín Roca y finalmente Carlos Alayza Roel, quienes hasta el momento de la inauguración de la obra entregaron la suma de S/. 46,000.oo De igual manera, por gestiones de Domingo Sotil, la Caja de Depósitos y Consignaciones hizo entrega de S/. 5,490.53. El Ministro de Educación otorgó un subsidio de S/. 5,000.oo con cuyo importe se adquirió el mobiliario de la Escuela, construido en Oxapampa, y una bandera nacional de enormes proporciones para hacer flamear en el novísimo local. Finalmente, el total de lo recaudado fue de S/. 76,188.42 siendo el costo total de la obra S/.73,136.87 con un sobrante positivo de S/. 3,051.55 que sirvió para la construcción del Estadio Municipal del Cerro de Pasco, inaugurado al año siguiente de 1937.
Al finalizar la edificación de la Escuela, fueron colocadas las dos puertas de fierro artísticamente forjadas donadas por la colonia española, la una, y la yugoslava, la otra. El señor Simeón García Venegas aportó con el donativo del hermoso telón de boca para el escenario del salón de actos.
Concluida la construcción en menos de dos años y hallándose expedita para su funcionamiento, se procedió a su inauguración, el 26 de abril de 1936. La ceremonia estuvo apadrinada por el coronel Ernesto Montagne, Ministro de Educación, en representación del señor Presidente de la República, General de División Oscar R. Benavides, y por la señora Isolina Clotet de Fernandini, representada por la señora Julia Montori de Baertl. Asistieron al acto el Prefecto del Departamento de Junín, señor Jorge Buckinham; el comandante Rodrigo Zárate, representado a Huancayo; el Capellán del Ejército R.P. Vicente Sánchez; de los señores representantes de los Concejos Municipales de Tarma, Jauja, Huánuco, Junín, Carhuamayo, Ulcumayo; todas las autoridades y personas notables de Pasco; los alumnos de los diversos centros educativos y del pueblo en pleno del Cerro de Pasco.
En esta ceremonia, el Alcalde don Cipriano Proaño hace entrega del local escolar a la niñez pasqueña y pide al Ministro allí presente, la creación de un Colegio de Instrucción Media para el Cerro de Pasco, el mismo que se conseguirá cinco años más tarde con el nombre de Colegio Nacional de Minería Antenor Rizo Patrón Lequerica que en sus inicios funcionó en el mismo local que acababa de inaugurar.
Mi saludo emocionado a mi Escuela querida, depositaria de mis grandes recuerdos y donde nació mi amor por mi tierra bendita.
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Soy Elias de la familia Mendoza, hijo del señor Victor Mendoza Ladero juez de paz. Me da mucha alegria que mi profesor Cesar Perez Arauco haya escrito estas inolvidables letras dedicadas a recordar a nuestro querido Cerro de Pasco especialmente a nuestra Escuela Cipriano Proaño 491 en donde tambien estudio mi querido padre y todos mis hermanos. Me siento feliz de haber encontrado este blog y de haber sido alumno de este gran literato peruano Cesar Perez Arauco en el Colegio INEI Nº 3. Le deseo lo mejor y que Dios le de vida y salud.
Me llamo Vidal Collazos Rodrigo, yo tambien estudie en esa escuela, tengo gfratisimos recuerdos, mi promoción es la de 1964. Que hermoso comentario del Sr. Perez Arauco y gracias por retroceder a mi infancia durante mo estadía en Cerro de Pasco.
Vidal Collazos Rodrigo:
Hay un innumerable séquito de egresados de nuestra escuela de Patarcocha dispersos por varios países del mundo. Si fueras tan amable de llamarme por teléfono podríamos contactarnos para difundir tus fotografías que, al fin y al cabo, sería un servicio a todos los que tuvimos el honor de ser alumnos de grandes maestros. Espero tu llamada. Chau
Soy Rafael Olavide Proaño Nieto de Don Cipriano Proaño y de Carmen Méndez de Proaño, es para mi un orgullo el leer esta reseña, sobre mis abuelos, muchas gracias.
Don Rafael Olavide:
Yo conocí a nuestro patriarca y, lo menos que podía hacer, era rendirle mi homenaje divulgando su grandeza humana. Nadie como él para recibir la gratitud de todos los hombres nacidos en aquellas altas tierras. Gracias por su palabras. Seguiré escribiendo. Chau