El primer ferrocarril de la sierra que comunicaba al Cerro de Pasco con las Hacienda Minerales de Occoroyoc, Quiulacocha, Tambillo y Sacra Familia.
«Fue en la minería, más que ningún otro sector productivo, que el ferrocarril vino a introducir una auténtica revolución en las condiciones de producción y comercialización» -dice Carlos Contreras, en su brillante estudio titulado MINEROS, ARRIEROS Y FERROCARRIL EN CERRO DE PASCO 1870-1904. Continúa diciendo: “Efectivamente, no sólo ocurría que el sector minero, a diferencia del agropecuario, debió atender precozmente mercados a grandes distancias; sino que dentro de la propia unidad de producción se requirió del transporte de pesadas y voluminosas masas de mineral desde los socavones o tajos hasta las maquinarias de beneficio. La puesta en marcha de la producción de metales, además, necesitaba del abastecimiento de insumos igualmente voluminosos y pesados, como la sal, la madera o el carbón»
Un triunfo extraordinario para el transporte de minerales e insumos significó la implantación del primer ferrocarril de la sierra del Perú. Luego del éxito obtenido con el ferrocarril de Lima a Callao, se instauró el primero en el Cerro de Pasco con el nombre de «El Ferrocarril de la sierra». “En la década de 1869, los mineros del Cerro de Pasco, entendieron que la solución a la falta de elasticidad de la oferta de trabajo y la consiguiente inadecuación del mercado del mismo, pasaba por la construcción de una línea férrea que conectara las haciendas minerales con las bocaminas. El proyecto, conocido como el del «Ferrocarril mineral« consistía en sólo unas decenas de kilómetros y su costo parecía estar al alcance de los mineros”. (Contreras Ibid).
Autorizado el Ejecutivo por ley de 8 de noviembre de 1863 para contratar la construcción del ferrocarril del Cerro de Pasco a las haciendas minerales ubicadas a oeste de la población, se garantizó al capital que se emplease con el 7% de interés. El Gobierno aceptó la propuesta presentada por los señores Orbegozo y Wyman.
Las gestiones se iniciaron en 1864. Enrique Orbegozo a nombre de O\’ Wyman presentó una propuesta, resolviendo el Gobierno la solicitud, concediéndole seis meses para el trazo preliminar y exigiendo tres mil pesos de fianza. A fines de 1865 fueron presentados los planos del trazo propuesto, nombrando el Estado al ingeniero Joseph Hindle para que lo estudie. Por Decreto de 10 de agosto de 1866 se convocó a licitación para mejorar la propuesta de O\’ Wyman y Co, y al no presentarse ninguna otra oferta al 31 de enero de 1867, el Gobierno nombró una comisión de Comerciantes para que firmaran el proyecto de contrato (…).
El 7 de enero de 1869 se concedió a esta empresa para construir el muelle particular destinado a su servicio en el puerto de Chancay y el martes 1º de junio se puso la primera piedra del ferrocarril, presidiendo la ceremonia el Prefecto, coronel Bernardo Bermúdez (PEÑALOZA, José B. LOS INMORTALES DE JUNIN Y PASCO, 1985:437).
Este ferrocarril que tuvo a obreros y técnicos ingleses como sus hacedores, sufrió una serie de dificultades de índole económica así como el complot de los arrieros para que no prosperara. Por fin, teniendo como estación al edificio que actualmente ocupa la Cárcel Central, se inauguró el 1º de junio de 1869. (Pedimos a quien corresponda hacer las gestiones para que se declare “Patrimonio Cultural de la Nación por ser la primera estación ferrocarrilera en pie) “La obra partiría del tajo de Santa Rosa y recorrería las riberas de Quiulacocha, Occoroyoc, Tambillo y Sacrafamilia -sede de las haciendas- con un recorrido total de siete leguas (38 Kms). Tenía 1. 076 de trocha, sin comunicación con la costa.
Fue completamente destruido por los chilenos cuando ocuparon el Cerro de Pasco. El financiamiento se hizo a través de una suscripción de acciones por los mineros que iban a beneficiarse con la obra. (CONTRERAS, Carlos- ARRIEROS Y FERROCARRILES EN CERRO DE PASCO). “Muchas haciendas que se hallan cerca de este ferrocarril, reciben cuatro veces al día los minerales del Cerro de Pasco. En cuanto a las otras, situadas cerca del río de Rancas, el transporte se efectúa por bestias. El camino carretero llamado de Quiulacocha que está a lo largo del ferrocarril y bastante bueno, facilita también el transporte de los minerales sin el concurso del ferrocarril» (BABINSKI, Alejandro, «Informe sobre el Cerro de Pasco presentado a la Junta Central de Ingenieros de Lima».-Lima 1876:25).
Arrieros conduciendo a sus llamas por el camino adyacente a las rieles del desaparecido ferrocarril de la sierra que, en su tiempo, brindó oportuno apoyo al transporte de minerales a las correspondientes haciendas de Quiulacocha, Occoroyoc, Tambillo y Sacra Familia. Algunos tramos como el que se ve en la foto, lucen todavía rieles que han quedado de aquel entonces. Los invasores chilenos que se apoltronaron en nuestra ciudad para expoliarla, destruyeron completamente el ferrocarril y cometieron numerosos crímenes sin nombre en contra de las inermes niñas y mujeres del pueblo, Su salvajismo desbocado ocasionó muy graves daños a la economía de nuestro pueblo.
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