La importancia histórica de la Villa de Pasco. Hernando Pizarro, a su paso por Carhuamayo, encontró en a centenares de indios que conducían maravillosas esculturas de oro y plata con destino a Cajamarca para pagar el rescate del inca. Preguntados de dónde traían todo ese oro y plata extraordinarios, la respuesta escueta pero precisa fue: «De la alta tierra de las nieves» mientras señalaban el septentrión. Como era de esperarse este dato exacerbó los ánimos hispanos y siguieron adelante.
Todos estos datos fueron el principal sustento del viaje que hacían los que iban a tomar posesión de las tierras, sólo le quedaba seguir hacia el noroeste donde, estaban seguros, hallarían las fabulosas tierras de la plata como lo habían asegurado lo naturales que llevaban el aporte del rescate. Así fue. Después de avanzar algunas leguas se dieron con la notable fortaleza de Puntac Marca, residencia de los Tinyahuarcos -los de los tamboriles colgantes- y por ellos se enteraron de que frente a esta fortaleza se hallaba el rico yacimiento de GOLGUEJIRCA, es decir el «Cerro de la Plata». Aquí decidieron quedarse. Habían llegado a lo que ellos creían eran los yacimientos más ricos de la zona.
No era cosa de perderse tremendos filones. Tenían que vivir cerca de los yacimientos. Aprovechando las escasísimas treguas que las nieves de la época les brindaban, los españoles condujeron sus cabalgaduras por aquellas soledades en busca de un lugar propicio para edificar la villa que los aposentara; para ello, tuvieron muy en cuenta el texto íntegro de la Ley I y Ordenanza II, que expedida por Carlos V en 1523, puntualizaba.. «…procuren tener agua cerca y que se pueda conducir al pueblo y heredades derivándola si fuera posible, para mejor aprovecharse de ella, y los materiales necesarios para sus edificios, tierras de labor, cultura, pasto conque se excusarán el mucho trabajo y costas que se sigue a la distancia. No elijan sitio para poblar en lugares muy altos por la molestia de los vientos del Norte y del Mediodía, y si hubieran de tener sierras o cuestas, sean por la parte de levante o poniente y si no se pudiera excusar destos lugares, funden en partes que no estén sujetas a nieblas, haciendo observación de lo que más convenga a la salud y accidentes que se puedan ofrecer; y en caso de edificar en la ribera de algún río, disponga la población de modo que saliendo el sol, dé primero en el pueblo que en el agua…» (DESARROLLO URBANO DE LIMA COLONIAL; Hart Terre, E.; EL COMERCIO del 18 de enero de 1935).
En su ansioso trajinar entraron admirados en un mundo fantasmal y pétreo en donde seres gigantescos como demoniacos engendros lucían sus aterradoras siluetas: El Bosque de Rocas. Espectaculares y deformes animales prehistóricos, aves misteriosas y amenazantes; reptantes gusanos monstruosos; una traviesa tortuga en vaivén de equilibrio; un elefante con el arco de su trompa congelada, hipocampos de mares misteriosos e invisibles; titanes, sílfides, nereidas desproporcionados argonautas; casas como derretidas por la ardiente lujuria del fuego; manadas de búfalos en actitud de fuga; interminable hilera de monjas en disciplinada asistencia a lejanos monasterios; decrépitos ancianos con enormes cargas a las espaldas y báculos deformes y tembleques. Todo, todo de piedra. Una locura espectacular de quiméricas dimensiones en donde la imaginación se recrea en la identificación de gnomos, fantasmas, espectros, trasgos, almas en pena… Los caballos se agitaron relinchando lastimosamente rebelándose a bridas y bocados. Tal su miedo. El silbante viento del páramo, producía extraños silbos entre los roquedales. No pudieron más. En silencioso recogimiento se retiraron de aquel mundo fantasmagórico y petrificado. Avanzaron por la pedregosa Ninagaga «donde el fuego brilla», galoparon de sur a norte por la explanada de Vicco, Rancas, Yurajhuanca, Raco, Sacra… pero ninguno de estos lugares satisfizo sus expectativas. Después de mucho buscar decidieron afincarse muy cerca de Putaca, abrigado lugar protegido por los cerros que lo rodean. Aquí encontraron suficiente agua para hacer proliferar pozos, combustible variado y abundante y, lo que era más importante, estaba cerca a los yacimientos de plata de Colquijirca.
Cuando el capellán fue conducido a aquel lugar, antes que sus labios, sus enormes ojos lacrimosos revelaron su aprobación, despojándose de su abrigadora bufanda, gritó: «Este es el lugar»… «¡Este es el lugar!, Esta es la tierra de promisión, por eso la denominaremos PASCUUM que en latín quiere decir, tierra de abundancia de pastos y grandeza.
Asombrados, españoles y nativos, pronto olvidaron la pronunciación del latinajo y haciendo caso omiso de sus inflexiones, llamaron PASCO a la villa naciente. La esquiva palabra que el cura había pronunciado con énfasis inusual, quedó circunscrita a los asentamientos notariales de los inicios, después, PASCO tomó carta de ciudadanía y así quedó asentado en el vocabulario histórico del Perú. Naturales y extranjeros se quedaron con el nombre de PASCO. Elegido el terreno, trazaron con cordeles la plaza y las calles de la villa y a insinuación de alarifes nativos, levantaron sus gruesas paredes de barro apisonado sobre un basamento de piedras; las puertas de madera divididas en tres partes y las ventanas en dimensiones necesarias para dejar pasar la luz y no el frío. El techo de paja a dos aguas.
Así es cómo fundan San Francisco de las Nieves, como lo confirma el escribano de la tasa de Toledo en el Perú, Francisco Miranda, con el exclusivo fin de aglutinar la mano de obra para las minas so pretexto de catequizar a los indios. «El Repartimiento de los Yanamates -dice Miranda- encomendado a don Martín de Guzmán, tiene 136 indios tributarios reducidos en dos pueblos llamados San Francisco de las Nieves y San Joan Bautista». Otro documento citado por el estudioso Marino Pacheco Sandoval, corres-ponde a los títulos de Rancas, fechado en Huánuco en 1585, en uno de cuyos párrafos dice:
«A vos vuestro Corregidor del Partido de Tarma y Chinchaycocha, Salud y Gracia. Sabed que en nuestra Corte y Cancillería, ante el Presidente y Oidores de la nuestra Audiencia que por vuestro mandato recibí en la ciudad de los Reyes de estos reynos y provincias del Perú y de los caciques principales de Pasco, se nos hizo relación que ellos habían sido reducidos (1572) en el pueblo de Pasco con otros indios que allí estaban, estando ellos poblando antes en un pueblo llamado Putaca y donde estaban ahora era tierra enferma y de mal temple». (PASCO EN LA COLONIA; Pacheco Sandoval, Marino; «Título del pueblo de Rancas»; (1936 folio 1); 1992 pág 20.)
Como es de suponerse, en pocos años, la flamante Villa fue poblándose alarmantemente, no sólo con los indios que eran requeridos para el aporte de sus brazos, sino también con numerosos españoles que veían una brillante oportunidad de tentar fortuna. Es así que para fines del siglo XVI, en la Villa de Pasco, habitaba el Remensurero de Tierras y era residencia de Regidores, Cuerpo de Concejales, Casa de Ayuntamiento destinada a celebrar sesiones, juicios verbales, conciliaciones, etc. Es entonces que debido el indiscriminado crecimiento de la población, comenzó a peligrar la estructura social. Así las cosas, se presentaron al Convento de las Mercedes, cinco personas: El Juez Eclesiástico, el Fiscal Actuante, el Remensurero, el Proveedor y el Numerador, ante el abogado conquistador don Toribio de Burgos, pidiendo el reconocimiento oficial de la Villa de Pasco ya que una ola de aventureros amenazaba la estructura social y urbana por lo que se imponía el ordenamiento oficial de parte de la Corona porque mediante el abuso y la prepotencia estaban adueñándose de las propiedades registradas. Así aparece el segundo documento que refiere a lo que llamaremos su refundación:
Titulo de la fundacion de la Villa de Pasco
«Hoy, a los veinte días del mes de junio del Año del Señor de mil seiscientos veintidós, se aprueba la fundación oficial de la Planta de Mesa y de la Vara de Dios, de que en virtud de ésta, deja sin ningún valor, instrumentos privados pasados y nuevamente se le da a los indios, herederos de esta planta.(…)»
«El ciudadano Juan de Dios Cadarcio, natural de la ciudad de Pintapolín, primado de las Españas, funda la población de Pasco, perteneciente a la capital de Tarma, provincia alta en virtud. Se formaliza la escritura de posesión para la reunión y avecindamiento de parte de los indios según (el) ilustrísimo Juan Cadarcio, Remensu-rero Provincial, medidor de tierras, pastor y celador, para dar cuenta al Alto Archivo de Madrid y para que enseguida quede archivado la seguridad de esta población de Pasco, hasta la última finalización de la Gracia de Dios y Luz del Día. Así lo confirmo y ratifico según mis atribuciones en la Planta de esta Mesa y Población,(…)»
«Con la primera notificación, todos los vecinos y comunidades a mi disposición, presentaron a la Virgen Santa María de las Nieves, patrona de la población de esta Planta de la Mesa permanente al Rey Remensurero a conocer la Vara y Espada de rigor del Señor Facultado.»
«Firmas: Gregorio Pajuelo, Alcalde de la población de la Villa de Pasco. Juan de Dios Cadarcio, Rey Remensurero.» (LA VILLA DE PASCO; Arauco Bermúdez, Herminio; en EL MINERO del 10 de enero de 1915.)
Ya la Villa de Pasco está fundada. Tiene como a su matrona a la virgen Santa María de las Nieves, cuya festividad se celebra desde aquellos tiempos el 5 de agosto de cada año.
«Los motivos que habrían contribuido para la fundación del pueblo de Pasco pese a su clima gélido, fueron la abundancia de pastos para el ganado de Castilla (carneros) y la cercanía a los yacimientos argentíferos de Colquijirca, explotados desde la época incaica; la segunda razón era la prodigalidad de la fuerza de trabajo indígena para las mitas y el servicio personal. Hasta aquel entonces los habitantes de los ayllus de Marcapunta y otros que poblaban sus antiguas tierras de variados recursos naturales fueron trasladados al nuevo pueblo de Pasco, ubicándolos en barrios, dejando en ruinas sus antiguas moradas que se observan hasta la actualidad en las altura de Tinyahuarco y la altiplanicie de Bombón. Se hizo el trazo urbano al estilo español, señalando un lugar para el templo, la plaza, y se distribuyeron los solares.
«Los primeros pobladores continuaron extrayendo los minerales del cerro de Colquijirca (Cerro de plata, traduciendo del quechua al español), actividad que procedía desde tiempos inmemoriales.
«Después de una centuria, el 7 de marzo de 1663, el pueblo de Pasco cobró excepcional importancia con el funcionamiento de las Cajas Reales que a la sazón había sido trasladada desde Huánuco dada la prosperidad que cobraba las explotaciones de los yacimientos de plata del Cerro de Santisteban de Yauricocha que sólo tuvo parangón con las minas de Potosí». (PASCO EN LA COLONIA; Pacheco Sandoval, Marino; Estudios de Historia económica y social; 1992 página 21.)
A partir de entonces, de cada dos hombres en el hogar, uno se encargaría del cuidado del ganado de su propiedad en tanto que el otro trabajaría en los yacimientos de plata. Muy pronto el laboreo minero se hizo incesante, primero a tajo abierto y luego en galerías que seguían el caprichoso enrevesamiento de las vetas. Andando el tiempo, así como adelantaba el trabajo en las minas, los horizontes de la comarca minero fueron extendiéndose poco a poco. El comercio les abría una amplia gama de pueblos mercaderes, Yauricocha, Chaupihuaranga, Yanacachi, Yarushacán, Yanahuanca, Tushi, Michivilca, Chiquirín, Cajamarquilla, Ticlacayán, Pucurhuay, Chinchán, Pallanchacra, Wishpín, Chacos, Matiwaca, Cochacalla, Rondos, Yamor, Mosca, Salpampa… (La historia completa en el primer tomo de HISTORIA DEL PUEBLO MÁRTIR)
Tomado de PASCO EN LA COLONIA de Marino Pacheco Sandoval página 18 La fundación del pueblo de Nuestra Señora de las Nieves de Pasco.
El pueblo de Villa de Pasco fue fundada como reducción de indígenas en el año 1572 en base a los ayllu existentes cercanos a las minas de Marcapunta, y el Cerro de la Plata.
La resolución Directoral Nº 011- 94 INC- PASCO
Reconocer los ingenios metalúrgicos o casas de las moliendas de mineral, la iglesia colonial, la casa de acuñar monedas de oro y 5 y 9 décimos de plata, denominado «LOS CUATRO REALES DE PLATA»
Resolución Directoral Departamental Nº 042 – 03 INC Reconocer a los órfebres Honorio Avelino y su hijo Dámaso Avelino los joyeros y plateros que desde 1870 confeccionaban adornos en oro y plata para la danza de los Negritos de la Villa Pascuala.
por lo tanto agradecemos Don Elifio Pineda Malpica, Rubén Valer Villar, César Pérez Arauco, Julio Baldeón Gavino, familia Avelino Valer por la difusión de Villa de Pasco para el mundo.
me siento orgulloso de mi apellido me llamo honorio Avelino tomas mi padre fue DAMASO AVELINO Y MI ABUELO honorio AVELINO
Hola, mi nombre es Alan soy de Lima y ahora trabajo en Colquijirca. Estamos en estas fechas realizando una visita a Villa de Pasco con la empresa en la cual trabajo y nos vemos en la necesidad de obtener información.sobre temas históricos de la zona. Hemos revisado su blog y nos damos cuenta de la cantidad de información que usted tiene. Podría darnos un email o un número para ubicarlo y poder entrevistarlo?. le dejo mi email alan.llapa@gym.com.pe
Gracias
Buen día, un gusto conocer un poco sobre la Villa de Pasco, espero tener la oportunidad de conocerla debido a que encierra parte de la historia de mi padre que curiosamente se llama Honorio Avelino y tengo entendido que mi abuelo, llamado Damaso Avelino, era de Villa de Pasco, aunque se que ellos vivieron en Huaripampa – Jauja, pero espero encontrar en Villa de Pasco, parte de la historia de mi familia, conocer sus origenes, muy agradecido por la información y si alguien posee información sobre la Familia Avelino, que en realidad son muy pocos, gustoso en comunicarme. mi correo es angelo_2506_1@hotmail.com
QUE TAL EMOCION SOCIAL SIENTO LA TRANSCUTURIZACION EL SUSCRITO ES HONORIO AVELINO TOMAS Y MI PADRE FUE DAMASO AVELINO BARRERA DE VILLA DE PASCO EL NACIO 1909 Y VIVIO EN JAUJA JOYERO YB TRABAJABA EN YAURICOCHA LABORATORIO DE C DE P.YO TENIA 7 AÑOS CUANDO FALLECIO PERO ME ACUERDO DE SUS ACTIVIDADES DE JOYERO
mis nietos me preguntan de donde tengo joyas de la epoca la respuesta es obia yo me llamo honorio aveino tomas y mi pdre se llamaba DAMASO AVELINO barrera de villa de pasco
Que bien que se difunda estos comentarios, muchos que vivmos aqui no conocemos mucho nuestra historia del pueblo, espero mas informacion al respecto que va servir de mucho para nuestra cultura
Y DONDE ESTAN LAS JOYAS ._.
Mi abuelo vivió en Villa de Pasco, fue arriero que trasladaba mineral de Smelter hacia la Oroya (versión contada por mi madre), tuve la suerte de nacer en la casa de abuela ahora en ruinas: pero lo recuerdo con gran cariño. En mi adolescencia tuve la oportunidad de permanecer el Villa de Pasco periodos cortos; porque mi papá que trabajaba en la compañía Minera Huaron, construyo una casa, junto con mis hermanos recorríamos en bicicleta las calles de Comunidad, que gratos recuerdos y amigos que conocí, ya mayor participé en dos oportunidades en la fiesta del 5 de agosto en honor a la Virgen de las Nieves del cual llevo en mi mente momentos que nunca olvido. Como añoro volver a mi Villa de Pasco.
Muy importante los apuntes históricos de Villa de Pasco, desearía tener mas información
Lo que acqabo de leer es villa de pasco de la actual ciudad de cerro de pasco???, porque hay otra villa de pasco cerca a la ciudad por colquijirca
cpn la tecnologia de estos tiemposme estoy enterando dela existencia de mi tios r
primos y sobrinos de apellido AVELINO REALIZARE EN ATGOL GENEOLOGICO