La estela dejada por el Unión Minas de Colquijirca siempre estuvo presente en el recuerdo de los aficionados. Los que lo habían visto jugar y los que habían escuchado de sus logros, tenían una admiración siempre vigente que influyó en otra naciente inquietud. El ingeniero Heraclio Ríos, a la sazón Superintendente de Centromín Perú en el Cerro de Pasco, convocó a la Oficina de Minas a un grupo de colegas y amigos que tenían una manifiesta inquietud por el fútbol. Así, cercana la iniciación del campeonato de Selección y Competencia del año en la liga local, decidieron formar un equipo que participara en el certamen correspondiente; total, lo que más tenía la Empresa eran jugadores de excelente calidad y contaban con locales que permitiría registrar su inscripción de acuerdo a las novísimas reglas imperantes.
El 23 de abril de 1974, en las Oficinas de Minas de Centromín Perú y bajo la Presidencia del ingeniero Heraclio Ríos Quinteros, se reunieron los visionarios siguientes: Alberto Encinas Fernández, Pedro Fuertes, Adalberto Espinoza, Fernando Toledo, Luis Abad, Aquiles Rodríguez, Teófilo León, Miguel Dávila Ramos, Juan Rosales Llanos, Reynaldo Albornoz y Francisco Pérez además de otros simpatizantes.
Lo primero que se acordó fue el nombre que, con mucha razón, fue el de \»Unión Minas\» y se instalaría oficialmente el 21 de mayo en el mismo lugar. Referente a su participación en la Liga encontraron que, por ley, todo equipo nuevo debía ascender desde la tercera división. Como querían entrar de frente a la primera división, tanto el Director Departamental del INRED, cuanto el Presidente de la Federación Departamental de Fútbol, encontraron la salida de inscribirlo en la primera división de la Liga de Rancas, la que no tenía sino la Primera División. Se tuvo en cuenta el radio de acción de la compañía minera que abarcaba gran parte del territorio cerreño
Como se acordó se hizo. El 21 de mayo de 1974 se instaló la Primera Junta del Club Unión Minas.
Presidente: Ing. Heraclio Ríos Quintero, vicepresidente: Ing. Alberto Encinas, fiscal: Sr. Luis Abad, secretario del interior: Sr. Teófilo Castillo, secretario de actas y archivos: Sr. Blas Delgado, tesorero: Ing. Pedro Fuertes, pro-tesorero, Sr. Alfonso Castro, vocales: Sr. Abad Peña, Primitivo Castro y Ascisclo Verástegui, delegados ante la Liga de Rancas: Juan Rosales Llanos y Quintiliano Robles y entrenador: Miguel Dávila Ramos quine dotó de personalísimo estilo al club en sus momentos aurorales.
Cuando el Club fue inscrito en Primera División de la Liga de Fútbol de Chaupimarca en ceremonia efectuada el 31 de diciembre de 1975, la Dirección Departamental del INRED, a nombre del Gobierno, reconoció oficialmente a la Institución.
Desde entonces, su campaña fue sacrificada y notable. Luego de bregar en la división intermedia, en 1991, llega a la división profesional. Para ello tenía que obtener un cupo entre los equipos clasificados de la región central: Junín, Huánuco y Pasco. Lo equipos que alcanzaron clasificación para disputar el ascenso y el ingreso a la profesional, fueron: Unión Huayllaspanca de Huancayo, Minas San Vicente de Chanchamayo, A.D.T de Tarma; León de Huánuco y Alianza Huánuco por Huánuco y el Unión Minas del Cerro de Pasco.
De aquella época, no se puede olvidar la tragedia que abatió al elenco minero. Terminado el partido contra el Alianza Huánuco empatado a dos goles y ya de retorno al Cerro de Pasco, el “Unión Minas” fue atacado por los terroristas en la zona de Pariamarca. Víctimas de la balacera murieron el delegado Hipólito López y el utilero del cuadro, Luis Alcántara Requena; herido gravemente perdió la vista el zaguero Luis Saucón. Ningún equipo sufrió como el Minas, no sólo por los embates del terrorismo, sino también por la campaña de los exquisitos que sostenían que es inhumano jugar en el Cerro de Pasco. Los que esto sostienen olvidan que el Minas se encaramó a la profesional por la calidad de los hombres que la integran cumpliendo todas las instancias prefijadas.
De la competencia entre estos equipos, el León de Huánuco por ocupar el primer lugar del certamen entra directamente en la profesional, Unión Minas que quedó segundo entrenado por Miguel Dávila Ramos debía disputar con el Aurora de Arequipa su derecho a ascender al futbol rentado. El partido se programó para el domingo 30 de noviembre de 1991. En su tiempo reglamentario, el partido quedó igualado uno a uno por lo que tuvo que jugarse un suplementario de quince por quince minutos al final de los cuales y ante el persistente empate, tuvo que lanzarse cinco penales. Aquel domingo inolvidable, Aurora convirtió tres y el minas logró los cinco goles. Nadie podrá olvidar la hazaña del arquero Bullón que atajó dos tiros de los arequipeños, ni a los que integraron aquel equipo: Bullón, Mena, Espinoza, Poggi, Romero, Mifflin Bermúdez, Cumapa, Sihuas, Cuya e Isidro Fuentes. En la banca de suplentes: Ballumbrosio, Cholo Huamán, Camargo, el cerreño Mula Reinoso, Saucón. El Director Técnico fue Pedro Paredes Prada. Hubo etapas en las que el elenco estuvo a punto de perder la categoría como aquella del Descentralizado de 1993 que, en el partido final logró ganarle en su escenario al cuadro cajamarquino UTC. Últimamente, en la versión de 1996, el Minas logró jugar la preliguilla. Su actuación fue notable durante el año.
Siguiendo lo que, atinadamente, señalan la revista “Don Balón” y el Suplemento de Deporte Total de “El Comercio” hacemos nuestro el informe que dice: “Concluida la fecha 9 del Apertura 1998. Unión Minas había derrotado 2-0 a Sporting Cristal y compartía el primer lugar con Universitario de Deportes. Eran tiempos en que era raro que un cuadro provinciano fuera protagonista; más raro aún era que lo fuera Unión Minas, equipo acostumbrado a las zonas medias y bajas de la tabla, aunque siempre respaldado por los 4300 m.s.n.m. de Cerro de Pasco. En la ciudad cerreña, las fotos fueron con flash y enmarcadas: pocas campañas se recuerdan como aquella de 1998”.
El colombiano Álvaro de Jesús Gómez llegó en enero de 1998 al Cerro de Pasco. Más de uno vio su contratación como una apuesta pintoresca y meramente coyuntural, dado el éxito que su compatriota, Jorge Luis Pinto, acababa de lograr con Alianza Lima, al lograr el título nacional después de 19 años. El antioqueño, en su país, había dirigido a Deportes Quindío y Once Caldas.
Integraban el plantel, desde el año anterior, el defensor Franklin Baldovino, destacado por sus remates a balón parado. También fue fichado el volante Francisco López y, en el Clausura, el veloz delantero David ‘Meneíto’ Mendoza que completó la legión colombiana en Cerro de Pasco.
“El resto del plantel de Minas eran jugadores desligados de otros clubes: en aquel plantel de 1998 estaban Julio Colina, Héctor Gallardo, Julio Landauri, Walter Reyes, Mario ‘Ropero’ Flores, Segundo Gonzales, Mifflin Bermúdez, el argentino Sergio Godoy y el goleador del equipo, Rodolfo ‘Comisario’ Miñán, que festejaba arrodillado y con el dedo en alto, a lo Marcelo Salas.
El debut de Minas no fue nada auspicioso: el 15 de febrero de 1998, en el Nacional, perdió 2-0 contra el benjamín Lawn Tennis y perdió, por lesión, a su arquero Héctor Martín Yupanqui (desde entonces, el puesto lo alternaron Luis Zanabria y Julio Colina). En la segunda fecha, se reivindicó: en Pasco, venció 1-0 al campeón Alianza Lima con gol de Miñán. Pese a la victoria, se presumía que el andar de Minas sería igual al de otros años: imbatible de local, flojísimo de visita.
En la tercera fecha, sin embargo, sacó un buen resultado de una cancha donde en 1997 había perdido 8-1: en Sullana, en medio de un lodazal provocado por el Fenómeno del Niño, Minas le sacó un 3-3 a Alianza Atlético con goles de Walter Reyes, Jair Camero y Miñán, este último en el minuto 90’. Una fecha después, se paseó 4-1 con Deportivo Pesquero en Pasco, pero en la 5 recibió un bofetón: en Chiclayo, Juan Aurich lo goleó por un inobjetable 4-0. En la sexta fecha, enfrentó a su bestia negra, Universitario, al cual no pudo vencer en Pasco entre 1987 y 1999: esa vez, fue empate 1-1 con goles de Miñán y Mauro Cantoro. En la séptima, derrotó 2-0 a Sport Boys con tantos del argentino Godoy (otra de las figuras de la campaña) y Camero.
El 28 de marzo, por la octava jornada, visitó a Municipal en un partido imborrable. En el estadio Nacional, la ‘Academia’ (ya sin la fallida dupla “Ma-Ma”), se fue al descanso con un triunfo 2-0; en el complemento, Minas remontó y ganó 2-3 con dos tantos de Ricardo Quintana y uno de Camero. El triunfo tuvo un significado adicional: permitió que Minas ganara en Lima después de seis años (su última victoria había sido un 0-2 sobre Defensor Lima, en 1992).
Entonces llegó la novena jornada, el 5 de abril de 1998 y un partido clave. En Cerro de Pasco, Minas recibía a Cristal, con un equipo alterno, pues iba a visitar a River Plate por la Copa Libertadores. Los rimenses eran líderes, con dos puntos de ventaja sobre los cerreños y Universitario. En la víspera, los cremas golearon 3-0 a Juan Aurich, por lo que, momentáneamente, se pusieron a la cabeza de la tabla. Minas tenía la chance de ser co-líder. Le costó ante un equipo rimense que esa tarde tuvo a tres debutantes (Amilton Prado, Ismael Alvarado y Rafael Arnao). La ventaja recién llegó en el segundo tiempo: a los 60’, el árbitro José ‘Tarjetita’ Arana cobró penal a favor de los cerreños y Franklin Baldovino, con remate fuerte, venció la valla de Leao Butrón. Quince minutos después, Godoy selló el 2-0. Minas hizo historia: por primera vez, se convirtió en líder (aunque compartiendo la posición) con Universitario.
La revista Once, tras el partido, lo tituló de manera expresiva: “Minas arriba y Cristal abajo: ¡Han cambiado los tiempos!”. La alegría de Unión Minas duró tres fechas más: empató 0-0 en Cusco contra Cienciano, venció 2-0 a Melgar y goleó 4-1 a Lawn Tennis. La ‘U’ obtuvo los mismos resultados ante sus respectivos rivales y la punta siguió siendo compartida. Hasta que llegó la fecha 13 y empezó la debacle minera. Minas fue sometido por Alianza Lima en Matute: 6-0 fue el resultado de una tarde nefasta; los cerreños volvían a ser los de antes (en 1993 y 1995 también habían caído 6-0 contra los blanquiazules). Sport Boys, de paso, tomó la punta tras vencer 1-2 a la ‘U’.
Minas ya no fue el mismo: después empató 0-0 en casa y cayó 3-0 ante Pesquero en Chimbote. Fechas más tarde conseguiría algunos triunfos, pero nunca retomó el nivel; le alcanzó para terminar cuarto y ser el mejor provinciano del Apertura. En el Clausura, su campaña fue inversa: terminó antepenúltimo y sexto en la tabla anual.
Nota.- Aquí lamentamos decir que el superintendente incapaz y que, conchabado con algunas “figurillas” del Minas decidieron sentar las bases de operaciones del Club en la ciudad de Huancayo. Craso error que pagamos caro. Lo que sabemos es que el irresponsable superintendente apodado el “Chiri Gallo” quiso deshacerse del club para lo cual lo envió a Huancayo. Sobre este tópico vamos a abundar en su momento con una serie de pruebas.
Pero en la retina pasqueña quedó grabada aquella primera rueda del Apertura 1998, de la mano de Álvaro de Jesús Gómez. Tan grabada como la foto de su primer lugar en la tabla.
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